El doble vínculo (Gregory Bateson)

b) La teoría del "doble lazo o doble vínculo"


Pero quizá, es su enunciación de la teoría del "doble vínculo o doble lazo" una de sus principales aportaciones clínicas. Mediante ésta fórmula de teorización, Bateson intentó abordar la problemática de la vinculación madre/hijo que subyace a la esquizofrenia, en correspondencia a las contradicciones informativas que se dan en su comunicación diádica. Bateson redunda en el estudio del flujo de la información que intercambian, la interacción y la realimentación comunicativa en dicha relación, con la pretensión de encontrar métodos terapéuticos para abordar los problemas que en ella se gestan. Transgrediendo la tradicional noción clínica de la mente, el autor aborda el horizonte psiquiátrico mediante el novedoso concepto de que los trastornos mentales son en sí mismos, un trastorno de la comunicación interpersonal.

Por último y en un terreno más estrictamente psiquiátrico, el principal aporte de Bateson es "la teoría del doble vínculo". Se enuncia en un intento de comprender la comunicación que se establece en la familia esquizofrenógena, al postular que la patología de la esquizofrenia surge en el contexto de patrones relacionales disfuncionales recurrentes a través de los cuales se construye el sujeto con esquizofrenia, como consecuencia de alteraciones o incongruencias entre los niveles lógicos de la comunicación. Según éste autor, en la esquizofrenia se produce una paradoja comunicativa, que está presente en la familia nuclear donde crece al menos un miembro con esquizofrenia. En el doble vínculo, se desarrolla una constricción de la comunicación, caracterizada porque la persona recibe mensajes diferentes o contradictorios ante los que el resultado es el bloqueo, como consecuencia de no poder asumir dos mensajes opuestos a la vez. Ello es consecuencia de que los dos imperativos entran en conflicto directo, sobretodo porque ninguno de ellos puede ser ignorado, pero el cumplimento de uno ellos anula la posibilidad de cumplir el otro; ello conduce a un callejón sin salida que consiste en un "Yo debo hacerlo, pero no puedo". El mensaje contradictorio puede venir de una o varias personas, por lo que en la dinámica disfuncional, pueden estar involucrados uno o ambos progenitores. La única alternativa que tiene el niño anter el doble lazo consiste es trasladar el problema a un contexto más amplio, un estado que Bateson identificó como Aprendizaje III.

El aprendizaje III es una situación extraordinariamente más compleja que el Aprendizaje II, que requiere únicamente respuestas aprendidas a situaciones de premio/castigo. En el Aprendizaje III, "el doble lazo o doble costreñimiento" termina por ser contextualizado y entendido como un escenario imposible, en el que no hay destino ni razón para la lucha, por no habrá ganadores ni vencidos. Ante éste panorama, el paciente solo puede optar por la disgregación de su persamiento, ya que las contradicciones que se generan en el discurso le llevan a perder la capacidad que tiene el yo de “discriminar los distintos modos comunicacionales” a los que se reexpondrá durante la adolescencia, haciendo fallido su intento de aproximación al mundo de los adultos.


El doble vínculo completo requiere de algunos condicionantes para que se haga presente:

a) La víctima del doble vínculo recibe órdenes contradictorias o mensajes emocionales en diferentes niveles de comunicación (por ejemplo, el amor es expresado por medio de palabras y el odio o desprecio por medio de comportamientos no verbales; ej.: un niño es alentado a hablar libremente, pero es criticado o silenciado siempre que lo hace).
b) La no metacomunicación es posible, por ejemplo, preguntar cuál de los dos mensajes es válido o describir la comunicación como algo sin sentido.
c) La víctima no puede abandonar el campo de comunicación.
d) Fallar al cumplimiento de las órdenes contradictorias es objeto de sanción; por ejemplo, quitándole el amor.
  
El doble vínculo fue presentado originalmente (probablemente bajo la principal influencia de los compañeros de trabajo de Bateson), como una explicación de parte de la etiología de la esquizofrenia; hoy es más comúnmente aceptado como parte de la propuesta de Bateson para entender las complejidades inherentes a toda forma de comunicación disfuncional.