sábado, 18 de junio de 2011

Religión y Revolución. (Hakim Bey)

El dinero real y la religión jerárquica parece que surgieron en el mismo misterioso momento, entre el temprano Neolítico y el tercer milenio A.C. en Sumeria o Egipto; ¿Que fue primero, el huevo o la gallina? ¿Era uno la respuesta a otro o es uno un aspecto del otro?

No hay duda de que el dinero posee una profunda implicación religiosa, desde el primer momento de su existencia empieza a luchar por la condición del espíritu – para apartarse a si mismo del mundo corporal, para transcender la materialidad, para convertirse en un símbolo realmente eficaz. Con la invención de la escritura alrededor del 3100 A.C. el dinero como lo conocemos emerge a partir de un complicado sistema de fichas de arcilla o contadores que representan bienes materiales y toma la forma de cuentas escritas de créditos impresos sobre tablas de arcillas; prácticamente sin excepción, estos “cheques” parecen referirse a deudas con el Estado, el Templo, y en teoría pudieron ser usadas en un amplio sistema de cambio como notas-de-crédito “acuñadas” por la teocracia. Las monedas no aparecieron hasta el 700 A.C. en Grecia, Asia Menor; estaban fabricadas de electrum (oro y plata) no porque estos metales tuvieran un valor básico si no porque eran sagrados – Sol y Luna; el ratio de valor entre ellas siempre fluctuaba sobre 14:1, no porque la tierra contenga 14 veces la cantidad de plata que de oro si no porque la Luna tarda 14 “soles” en crecer de oscura a llena. Las monedas pudieron originarse como fichas del templo simbolizando la parte que los devotos compartían del sacrificio – souvenires sagrados, que mas tarde pudieron ser intercambiados por bienes ya que tenían “mana”, no valor al uso. (Esta función puede haberse originado en el comercio de la Edad de Piedra con cabezas de hacha de piedra “ceremoniales” usadas en ritos de distribución de tipo potlach. ) De forma distinta a las notas de crédito de Mesopotamia, las monedas eran grabadas con imágenes sagradas y eran vistas como objetos liminales[1], nodos entre la realidad cotidiana y el mundo de los espíritus (Esto apunta a la costumbre de doblar monedas para “espiritualizarlas” y lanzarlas dentro del pozo, que son los ojos del otro-mundo) la deuda en si misma – el verdadero contenido de todo el dinero – es un concepto altamente “espiritual”. Como el tributo (deuda primitiva) ejemplifica la capitulación a un “poder legitimo” de expropiación enmascarado bajo la ideología religiosa – pero como “deuda real” atañe a la habilidad únicamente espiritual de reproducirse a si mismo como si fuera un ser orgánico. Incluso ahora permanece como la única substancia “muerta” en todo el mundo que posee este poder — “el dinero engendra dinero”. A estas alturas el dinero empieza a tomar un aspecto paródico vis-a-vis con la religión – parece que el dinero quiera rivalizar con dios, para convertirse en un espíritu inmanente en la forma de pura metafísica la cual, a pesar de serlo, “gobierna el mundo”. La religión debe tomar nota de esta naturaleza blasfema del dinero y condenarlo como contra-natura. El dinero y la religión entran en oposición – uno no puede servir a Dios y a Mammon simultáneamente, pero mientras la religión continúe actuando como la ideología de separación (el Estado jerárquico, la expropiación, etc.) nunca podrá realmente hacerse con el domino del problema-del-dinero. Los reformistas una y otra vez surgen desde dentro de la religión para expulsar a los prestamistas del templo, y siempre vuelven – de hecho, lo suficientemente a menudo los prestamistas se convierten en el Templo. ( No es casualidad que los bancos a lo largo del tiempo imitaran las formas de la arquitectura religiosa.) De acuerdo con Weber fue Calvin quien finalmente resolvió el problema con su justificación teológica de la “usura” — pero esta apenas merece atención por parte de los Protestantes reales, como los Ranters y Cavadores, quienes proponían que la religión debería de una vez por todas entrar en total oposición con el dinero – de ese modo se iniciaría el Milenio. Quizás Parecía que la Ilustración era la mas adecuada para conseguir resolver el problema – desechando la religión como la ideología de la clase dominante y reemplazándola con el racionalismo (y las “Economías Clásicas”). Esta formula de cualquier forma no haría justicia a aquellos illuminatis que propusieron el desmantelamiento de todas las ideologías de poder y autoridad – no ayudara a explicar el porque la religión “oficial” falla a la hora de afirmar su potencial como oposición, y en cambio apuesta por proveer soporte moral al Estado y al Capital.

Bajo la influencia del Romanticismo sin embargo surgió – tanto dentro como fuera de la religión “oficial – una creciente sensación de espiritualidad como alternativa a los aspectos opresivos del Liberalismo y sus aliados intelectuales/artísticos Por un lado este sentido condució a una forma conservadora-revolucionaria de reacción romántica (Por ejemplo Novalis) – pero por otro lado también se alimento de la vieja tradición herética (la cual también empezó con el “nacimiento de la Civilización” como un movimiento de resistencia contra la teocracia de la expropiación) – y se encontro a si misma con una extraña nueva alianza con el racionalismo radical (la naciente “izquierda”); William Blake, por ejemplo, o las “Capillas blasfemas” de Spence y sus seguidores, representan esta tendencia. El encuentro entre espiritualidad y resistencia no es algún tipo de evento surrealista o anómalo a ser allanado o racionalizado por la “Historia” — ocupa una posición en las profundas raíces del “radicalismo”; — y a pesar del ateísmo militante de Marx o Bakunin (en si mismo un tipo de misticismo mutado o “herejía”), lo espiritual todavía permanece indisolublemente ligado con la “Vieja Buena Causa” que ayudo a crear.

Hace algunos años Regis Debray escribió un articulo apuntando que a pesar de las confiadas predicciones del materialismo del Siglo XIX, la religión todavía fallaba perseveradamente en desaparecer – y que quizás era la hora para la Revolución de preocuparse sobre esta misteriosa persistencia. Viniendo de una cultura católica, Debray estaba interesado en la “Teología de la liberación”, el mismo es una proyección de antigua casi-herejía de los “pobres” Franciscanos y el recurrente re-descubrimiento del “comunismo bíblico”. Si se hubiera considerado de cultura protestante podría haber recordado el siglo XVII, y buscado su verdadera herencia; si fuera musulmán podría haber evocado el radicalismo de los chiitas o los ismailitas, o el anticolonialismo “neo-sufi” del siglo XIX. Toda religión da lugar a su propia antítesis interna una y otra vez; toda religión ha considerado las implicaciones de la oposición moral al poder; toda contradicciones contiene un vocabulario de resistencia como también una capitulación a la opresión. Hablando ampliamente uno puede decir que hasta ahora esta “contra-tradición” — que esta tanto fuera como dentro de la religión — ha constituido un “contenido suprimido”. La pregunta de Debray concernía al potencial para su realización La Teología de la Liberación perdio la mayoria de su apoyo dentro de la iglesia cuando no pudo mantener durante mas tiempo su posición como rival (o complice) del Comunismo Sovietico; y no pudo mantener esta funcion debido al colapso comunista. Pero algunos teólogos de la Liberación probaron ser sinceros – y todavía persisten en ello (como en México); además, una tendencia enteramente sumergida y relacionada con el Catolicismo, ejemplificada en el casi anarquismo Escolástico de Ivan Illich, persiste en el fondo. Tendencias similares pueden ser identificadas dentro de la Ortodoxia (por ejemplo Bakunin), el Protestantismo, El Judaísmo, el Islam, y (de una manera algo diferente) el Budismo; además, la mayoría de formas de espiritualidad indigenas “supervivientes” (por ejemplo el Chamanismo) o el sincretismo Afro-americano pueden encotnrar un punto comun con varias tendencias radicales con las religiones “mayores” en cuestiones como el medio-ambiente, y la moralidad del anti-capitalismo. A pesar de algunos elementos de reacción romántica, varios movimientos New Age y post-New-Age pueden también asociarse con esta amplia categoría.

En un ensayo anterior hemos esbozado las ideas para creer que el colapso del Comunismo implica el triunfo de su único oponente, el Capitalismo; de acuerdo con la propaganda neo-liberal global solo existe un mundo único ahora; y esta situación política ha tenido graves implicaciones para una teoría del dinero como entidad virtual (autónoma, espiritualizada y todopoderosa) del universo único del significado. Bajo estas condiciones todo lo que una vez fue una tercera posibilidad (neutralidad, retirada, contra-cultura, el “Tercer Mundo”, etc…) ahora debe encontrarse a si misma en una nueva situación No existe durante mas tiempo una “segunda posición” — ¿como puede haber una “tercera”? Las “alternativas” se han reducido catastroficamente. El Mundo Único esta ahora en posición de aplastar cualquier cosa que una vez escapo a su abrazo extático. — gracias a la desafortunada distracción de proseguir una guerra fundamentalmente económica contra el Imperio del Mal. Ya no hay tercer camino, no hay ninguno mas. Todo lo que es diferente debe subsumirse en la uniformidad del Mundo Único – o también se descubrirá como oposición a ese mundo. Tomadas estas tesis como dadas, debemos preguntar donde se localizara la religión en este nuevo mapa de “zonas” de capitulación y resistencia. Si “la revolución” ha sido liberada del incubo de la opresión Soviética y esta ahora de nuevo un concepto valido, ¿estamos finalmente en una posición para ofrecer una tentativa de respuesta a la cuestión de Debray?

Cogiendo “la religión” como un todo, incluyendo incluso esos aspectos como el chamanismo que pertenecen a la Sociedad mas que al Estado (en términos de la antropología de Clastres); incluyendo politeísmo, monoteísmo, y no-teísmo; incluyendo misticismo y herejías tanto como ortodoxias, iglesias “reformadas”, y “nuevas religiones” — el sujeto de estudio obviamente pierde definición, bordes, coherencia; y no puede ser cuestionado porque solo generaría un babel de reacciones en vez de una respuesta. Pero “la religión” se refiere a algo – llámalo una cierta variedad de colores en el espectro del futuro humano – y como tal debe ser considerado (al menos temporalmente) como una entidad dialógica valida y como un sujeto teorizable. En el movimiento triunfal del Capital – refiriéndonos a su momento procesual – toda religión únicamente puede ser vista como una nulidad, por ejemplo como un tipo de comodidad a ser empaquetada y vendida, un recurso a ser desmontado, o una oposición a ser eliminada. Cualquier idea (o ideología) que no puede ser subsumida al “Fin de la Historia” del capital debe ser condenada. Esto incluye tanto a la reacción como a la resistencia – y desde luego incluye en mayor parte la “re-conexión” no-separativa (religio) de la consciencia con “el espíritu” como autodeterminación inmediada imaginal y creación de valores – la meta original de todo ritual y culto. La religión en otras palabras ha perdido toda conexión con el poder mundial porque el poder ha migrado fuera-del-mundo – ha abandonado incluso el Estado y ha logrado la pureza de la apoteosis., como el Dios que “abandono Anthony” en el poema de Cavafy. Los pocos Estados (mayormente islámicos) donde la religión posee poder están localizados precisamente dentro de la región continuamente reducida de la oposición nacional al Capital – (¡por consiguiente se provee de extraños compañeros de cama como Cuba!). Como cualquier otra “tercera posibilidad” la religión se encuentra con una nueva dicotomía: capitulación total, o la revuelta. Por consiguiente el “potencial revolucionario” de la religión aparece claramente – Aunque aun no parece claro si puede tomar la forma de reacción o de radicalismo– o incluso puede ser que la religión no este todavía derrotada – ya sea su negativa a irse la de un enemigo o un fantasma.

En Rusia y Serbia la Iglesia Ortodoxa parece haberse lanzado a su suerte como reacción contra el Nuevo orden Mundial y por consiguiente ha encontrado nuevos compañeros en sus viejos opresores Bolcheviques. En Chechenia la Orden Sufí Naqshbandi continua su combate de siglos contra el imperialismo Ruso. En Chiapas hay una extraña alianza entre “paganos” Mayas y Católicos Ciertas fracciones del Protestantismo Americano han sido dirigidos a un punto de paranoia y resistencia armada (pero incluso los paranoicos tienen algún enemigo real); mientras la espiritualidad Nativo-americana experimenta un pequeño pero milagroso revival – no un traje de fantasma manifestándose en esta época, sino una razonada y profunda postura contra la hegemonía de la monocultura del Capital. El Dalai Lama algunas veces aparece como uno de los “lideres mundiales” capaces de decir verdades tanto sobre los remanentes de la opresión Comunista como sobre la inhumanidad Capitalista; un “Tibet Libre” puede proveer un foco para un bloque “inter-fe” de pequeñas naciones y grupos religiosos aliados contra el trascendente darwinismo social del consenso. El chamanismo Ártico puede re-emerger como una “ideología” por la auto-determinación de ciertas nuevas repúblicas Siberianas – y algunas Nuevas Religiones (como el neo-paganismo Occidental o los cultos psicodélicos) también pertenecen por definición o por defecto al polo de la oposición.

El Islam se ha visto a si mismo como un enemigo de la Cristiandad imperial y el imperialismo Europeo prácticamente desde el momento de su nacimiento. Durante el siglo XX funciono como una “tercera vía” tanto contra el Capitalismo como contra el Comunismo, y en el contexto del nuevo Mundo Único constituye por definición uno de los pocos movimientos de masas que no pueden englobarse en la unidad del consenso. Desafortunadamente la punta de lanza de la resistencia – el “fundamentalismo” — tiende a reducir la complejidad del Islam a una ideología artificialmente coherente – el “Islamismo” — la cual claramente falla al hablar al deseo del humano normal de diferencia y complejidad. El Fundamentalismo ya ha fallado en incumbirse a si mismo con las“libertades empíricas” las cuales deben constituir las demandas mínimas de una nueva resistencia; por ejemplo su critica a la “usura” es obviamente una respuesta inadecuada a las maquinaciones del FMI y del Banco Mundial. Las “puertas de Interpretación” de la Shariah deben ser re-abiertas – no cerradas de golpe para siempre – y una alternativa totalmente-realizada al Capitalismo debe emerger desde dentro de la tradición De cualquier manera uno puede pensar que la Revolución Libia de 1969 tenia al menos la virtud de intentar fusionar el anarco-sindicalismo del 68 con el igualitarismo neo-Sufí de las Ordenes de Norte África, y crear un Islam revolucionario – algo similar se puede decir del “socialismo Chiita” de Alí SShariati en Irán, el cual fue aplastado por la uleocracia antes de que pudiera cristalizar en un movimiento coherente. El hecho es que el Islam no puede ser rechazado como el monolito puritano retratado en los medio Capitalistas. Si una genuina coalición anti-Capitalista llega a aparecer en el mundo, no podría ocurrir sin el Islam. La meta de cualquier teoría capaz de cualquier tipo de acercamiento al Islam, yo creo, esta ahora en fomentar sus tradiciones igualitarias y radicales y en retirar sus modos autoritarios y reaccionarios de discurso. Dentro del Islam persisten míticas figuras como el “Profeta Verde” y guia oculto de los místicos, al-Khezr, quien pudo fácilmente convertirse en un tipo de santo patrón del cuidado del medio ambiente; mientras la historia ofrece modelos como el gran Emir Sufí AlgAlgerino luchador-de-la-libertad Abdul Qadir, cuyo ultimo acto (en el exilio en Damasco) fue proteger a los Cristianos Sirios contra la intolerancia de la ulema. Visto desde fuera, en este Islam existe el potencial de un movimiento “interfe” concernido con los ideales de paz, tolerancia y resistencia a la violencia pos-racionalista pos-secular del “neo liberalismo” y sus aliados. En efecto, pues, el “potencial revolucionario” del Islam todavía no ha sido realizado – pero es real.

En el momento en que la Cristiandad fuera la religión que “dio nacimiento” (en términos de Weber) al Capitalismo, su posición respecto a la apoteosis presente del Capitalismo es necesariamente mas problemática que la del Islam. Durante siglos la Cristiandad se ha dibujado y construido un tipo de mundo auto-creído de si mismo, donde alguna faceta social puede persistir (mientras sea los Domingos) – incluso mientras mantenga la ilusión acogedora de alguna relación con el poder. Como un aliado del Capital (lo cual es visto con benigna indiferencia por las hipótesis de la fe) contra el “Comunismo sin Dios”, la Cristiandad puede preservar la imagen del poder – al menos hasta hace cinco años. Ahora el Capitalismo no necesita durante mas tiempo a la Cristiandad y el apoyo social del que disfrutaba pronto se evaporará. De nuevo la Reina de Inglaterra ha tenido que considerar renunciar como cabeza de la Iglesia Anglicana – ¡y parece poco probable que sea remplazada por el CEO de algún vasto zaibatsu internacional! El Dinero es dios – Dios ha muerto al fin; el Capitalismo ha realizado una parodia secreta del ideal de la Ilustración Pero jesús es un dios que muere y resucita – uno puede decir que ya ha atravesado todo esto antes. Incluso Nietzsche firmo su ultima carta “ya loco” como “Dionisio y el Crucificado”; al final quizás es la única religión que pueda superar la “religión”. Dentro de la Cristiandad aparecen un gran numero de tendencias (o han persistido desde el siglo XVII, como los quakeros) buscando revivir ese mesías radical que limpio el Templo y prometió el Reino a los pobres. En América por ejemplo parecería imposible imaginar un movimiento de masas realmente efectivo contra el Capital (un tipo de “populismo progresivo”) sin la participación de las iglesias. De nuevo la tarea teórica empieza a clarificarse; la necesidad no propone algún tipo vulgar de “entrismo[2]” en la Cristiandad organizada para radicalizarla con una conspiración desde adentro. Mas bien la meta seria fomentar el potencial sincero y generalizarlo hacia el radicalismo Cristiano incluso desde dentro como un honesto creyente (¡de cualquier manera los existencialistas tiene fe! ) o como un honesto simpatizante desde el exterior.

Para probar esta teorización un ejemplo – digamos Irlanda (donde estoy escribiendo esto). Dado que los “Problemas” de Irlanda surgen mayormente del sectarismo, claramente uno ha de tomar una postura anti-clerical; de hecho el ateísmo debería ser al menos emocionalmente apropiado. Pero la ambigüedad inherente de la religión en la historia Irlandesa debe ser recordada: — Había momentos en los que la laicidad y los sacerdotes Católicos apoyaron la resistencia o la revolución Las jerarquías de las iglesias generalmente han demostrado ser reaccionarias – pero jerarquía no es lo mismo que religión . Del lado Protestante tenemos a Wolfe Tone y los Irlandeses Unidos – un movimiento “interfe” unido. Incluso hoy en día en Irlanda del Norte dichas posibilidades no están muertas; el anti-sectarismo no es solamente un ideal socialista si no también un ideal Cristiano. En el lado Católico… hace unos años conocí a un sacerdote radical en un festival pagano en las Islas Aran, un amigo de Ivan illich. Cuando le pregunte, “¿Cual es exactamente tu relación con Roma?” me respondió, “¿Roma? Roma es el enemigo.” Roma ha perdido su poder en Irlanda en los últimos años, derribada por la revuelta anti-puritana y el escandalo interno. Seria incorrecto decir que el poder de la Iglesia ha pasado al Estado, a no ser que también añadamos que el poder del gobierno ha pasado a Europa, y el poder de Europa ha pasado al capital internacional. El significado del Catolicismo en Irlanda esta listo para ser agarrado. Durante los próximos años podemos anticipar ver tanto del exterior como del interior de la Iglesia un tipo de revival de la “Cristiandad Céltica” — devota de la resistencia contra la contaminación del medio-ambiente tanto físico como imaginario[3], y por tanto comprometida con la lucha anti-Capitalista. De cualquier modo esta tentativa incluirá o al menos influirá al Protestantismo también Tal movimiento de amplias bases puede fácilmente encontrar su expresión política natural en el socialismo o incluso en el anarco-sindicalismo, y podría servir como función particularmente útil como una fuerza contra el sectarismo y el papel de la iglesia. Por consiguiente incluso en Irlanda podría parecer que la religión pueda tener un futuro revolucionario.

Espero que estas ideas conecten con muy poca aceptación dentro del tradicional anarquismo ateísta o los restos del “materialismo dialéctico”. El radicalismo Ilustrado se ha negado ha reconocer durante mucho tiempo cualquier raíz que no sea remota en el radicalismo religioso. Como resultado, la Revolución lanza al bebe (“la consciencia no ordinaria”) a la pila de la Inquisición o a la represión puritana. A pesar de la insistencia de Sorel de que la Revolución necesita un “mito”, ella prefiere reducir todo a la “razón pura”. Pero el anarquismo y comunismo espiritual (como la religión en si misma) no se han largado. Es mas, convirtiéndose en anti-Religión, el radicalismo ha recurrido a un tipo de misticismo propio, completo con el ritual, el simbolismo, y la moralidad. Las observaciones de Bakunin respecto a Dios – de que si existiera tendríamos que matarlo – ¡podrían después de todo pasar como ortodoxia pura dentro del Budismo Zen! el movimiento psicodélico, el cual ofrece un tipo de verificación “científica” (o al menos experimental) de la consciencia no-ordinaria, apunta a un grado de re-aproximamiento entre la espiritualidad y las políticas radicales – y la trayectoria de este movimiento puede ser que acabe de empezar. Si la religión “siempre” ha actuado esclavizando la mente o reproduciendo la ideología de la clase dominante, también ha supuesto “siempre” un tipo de enteogenesis (“nacimiento del dios interior”) o liberación de la consciencia; una forma de propuesta utópica o promesa del “cielo en la tierra”; y una forma de acción militante y positiva por la “justicia social” como plan de Dios para la creación El chamanismo es una forma de “religión” que (como Clastres mostró) institucionaliza actualmente la espiritualidad contra la emergencia de la jerarquía y la separación – y todas las religiones poseen al menos un rastro chamanico.

Toda religión puede apuntar una tradición radical de algún tipo. el Taoísmo una vez produjo los Turbantes Amarillos – o los Tongs que colaboraron con el anarquismo en la revolución de 1911. El Judaísmo produjo el “anarco-sionismo” de Martin Buber y Gershlm Scholem (profundamente influenciado por Gustav Laundauer y otros anarquistas de de 1919), los cuales encontraron sus mas elocuente y paradójica voz en Water Benjamin. El Hinduismo dio lugar al ultra-radical Partido Terrorista Bengalí – y también a M. Gandhi, el único teórico, con éxito, de la revolución no-violenta del mundo moderno. Obviamente el anarquismo y el comunismo nunca estarán de acuerdo con la religión en las cuestiones de autoridad y propiedad; y quizás uno puede pensar que “después de la Revolución” dichas cuestiones todavía pueden permanecer sin resolver. Pero parece claro que sin la religión no habrá una revolución radical; la Vieja Izquierda y la (vieja) Nueva Izquierda de rara forma podrán hacerla sola. La alternativa de una alianza ahora es observar como la Reacción coarta la fuerza de la religión y lanza una nueva revolución sin nosotros. Te guste o no, se requiere de un tipo de estrategia preventiva. la resistencia requiere un vocabulario en el cual nuestra causa común pueda ser discutida; y por lo tanto estas propuestas superficiales.

Incluso asumiendo que podemos clasificar todo lo comentado arriba bajo la rubrica de sentimientos admirables, todavía deberíamos encontrarnos lejos de cualquier programa obvio de acción La religión no va a “salvarnos” en este sentido (¡quizás sea lo contrario lo cierto!) — de cualquier manera la religión se enfrenta a la misma perplejidad que cualquier otra forma de “tercera posición”, incluyendo todas las formas de anti-autoritarismo y anti-Capitalismo radical. La nueva totalidad y sus medios aparecen como demasiados penetrantes como para condenar todos los programas de contenido revolucionario, a partir del momento en que cualquier “mensaje” esta igualmente sujeto a la subsuncion en el “medio” que el mismo Capital. Por supuesto la situación es desesperanzadora – pero solo la estupidez lo tomaria como un paron para el desespero, o para el eterno aburrimiento de la derrota. Esperanza contra esperanza – el deseo revolucionario de Bloch – pertenece a una “utopía” que nunca esta totalmente ausente incluso cuando esta menos presente; y pertenece también a una esfera religiosa en la que la desesperanza es el ultimo pecado contra el sagrado espíritu: — la ultima traición de la divinidad interior – el fracaso en convertirse en humano. La “tarea Karmica” en el sentido de Bhagavad Gita – o en el sentido de la “tarea revolucionaria” — no es algo impuesto por naturaleza, como la gravedad, o la muerte- Es un regalo libre y gratuito del espíritu – uno puede aceptarlo o rechazarlo – y ambas posiciones son peligrosas. Rechazarlo es correr el riesgo de morir sin haber vivido. Aceptarlo es incluso mas peligrosos pero también es una posibilidad mucho mas interesante. Una versión de la Apuesta de Pascal – no por la inmortalidad del alma esta vez, si no simplemente por su existencia pura.

Usando la metáfora religiosa (la cual hemos intentado evitar en gran medida) el milenio empezo cinco años antes del fin de siglo, cuando el Mundo Único se convirtió en ser y desterro toda dualidad. Sin embargo, desde la perspectivo Judeo-Cristiana-Islámica este es el falso milenio del “Anti-Cristo”; el cual resulta no ser una “persona” (excepto en el mundo de los Arquetipos quizás) sino una entidad impersonal, una fuerza contra-natura – entropía disfrazada de vida. Bajo esta mirada el reino de la iniquidad debe y sera desafiado en el verdadero milenio, el advenimiento del mesías Pero el mesías tampoco es una única persona en el mundo – mas bien, es una colectividad en la cual cada individuo es realizado y por consiguiente (de nuevo metafóricamente o imaginariamente) inmortalizado. La “gente-como-mesías” no entra en la uniformidad homogénea ni en la separación infernal del Capitalismo entropico, sino en la diferencia y presencia de la revolución – la lucha, la “guerra santa”. Solo con estas bases podemos empezar a trabajar en una teoría de reconcilización entre las fuerzas positivas de la religión y la causa de la resistencia. Lo que hemos ofrecido aquí es simplemente el principio del principio.

Dublín, 1 de Septiembre de 1996

Traducido por Colectivo Transversal.
Publicado originalmente en caosmosis.acracia.net

Notas:
1. Del inglés “liminal”
2. Del inglés “entryism“
3. Del inglés “imaginal”

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